Estudios de caso

Fritz Jaspert limpia eficazmente moldes de waffle sin agua o químicos

LA SITUACIÓN

 
La fábrica de waffles, Fritz Jaspert, se fundó en 1913 en Westfalia Hamm, Alemania. Hoy, es uno de los líderes en producción de waffles en Europa. La compañía familiar emplea alrededor de 100 empleados y un rango de 200 diferentes productos certificados por la International Food Standard (IFS).

 La empresa exporta sus productos a los Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Lybia, Iraq y a casi todos los países europeos. Sus productos se fabrican en 34 plantas totalmente automatizadas y muy moderna modernas. La capacidad de las máquinas de horneado es de 240,000 waffles por hora.

 

EL PROBLEMA

 
La estructura y diseño de los waffles se crean mediante los grabados en los moldes de cocción. Para garantizar la calidad y la seguridad del producto, es imprescindible limpiar periódicamente los moldes. Hasta mediados de 2016, la empresa utilizaba costosas amoladoras angulares y cepillos.

 

“Dependiendo la planta de producción y el producto, los moldes se limpiaban al menos dos veces por semana”, explica Kevin Zalewski, gerente de operaciones y mantenimiento. “Para que los empleados pudieran continuar con la limpieza, los sistemas tuvieron que detenerse y enfriarse. También fue parcialmente necesario desmontar los moldes al limpiarlos. Requería mucho tiempo y personal, además de ser estresante para los empleados. Por otro lado, los grabados se dañaban con el tiempo, lo que requiere una costosa reelaboración o formas completamente nuevas”.

 

Para garantizar que no se entreguen waffles con impurezas, que podrían ser causadas por cerdas de alambre abrasivas, se desechó una gran cantidad de waffles después de reiniciar las máquinas de horneado. Por lo tanto, la empresa se esforzó por hacer que la limpieza fuera más eficiente y buena para los empleados.

 

“En los últimos años, hemos estado experimentando con la limpieza criogénica, pero no produjo el resultado deseado”, dijo Zalewski.

 

LA SOLUCIÓN

 
A mediados de 2016 se volvieron a realizar pruebas con dispositivos de limpieza con hielo seco de dos fabricantes. Debido al rendimiento de limpieza superior y la gran reducción en el tiempo de limpieza, la empresa compró un equipo Cold Jet Aero 80FP.

 
El dispositivo compacto, grande y móvil se puede transportar fácilmente. El sistema funciona con pellets de hielo seco de 3 mm (-79° C), que se producen como subproducto de procesos químicos o industriales y se purifican para su limpieza.

 
Los pellets se aceleran a velocidades supersónicas con aire comprimido y se lanzan sobre los moldes. Cuando el hielo seco toca la superficie, se produce una combinación de efecto cinético, choque térmico y termocinético. Este último hace que los gránulos se sublimen (de gas a solido) en condiciones ambientales. Se expanden en unos pocos milisegundos a un volumen de hasta 700 veces. En el punto de impacto, esto da como resultado una “microexplosión” que se extiende por la superficie. Esta “onda de explosión” tiene una fuerza de elevación muy eficiente, que transporta el contaminante de los moldes para hornear.

 

“Antes, tardábamos entre 30 minutos y una hora limpiando, dependiendo de la planta, ahora reducimos el tiempo a la mitad con el sistema de hielo seco Cold Jet”, dijo Zalewski.

 

LOS RESULTADOS

 

“Se logra un ahorro aún mayor porque solo tenemos que limpiar los moldes una vez a la semana en lugar de dos”, dijo Zalewski. “Esto da como resultado una limpieza significativamente mejor con hielo seco en comparación con el método anterior con cepillos. También contribuye a mejorar la calidad del producto.”

 

Además, el tiempo de inactividad de los sistemas se acorta porque los moldes se pueden limpiar mientras están calientes y aún en la línea de producción. Todo esto contribuye a mejorar la productividad. Dado que no quedaron residuos de limpieza en los moldes, el desperdicio se redujo significativamente.
 

El Aero 80FP se usa en Fritz con tres boquillas diferentes. Incluyendo boquillas planas, que tienen franjas de chorro de tres y dos pulgadas para una limpieza rápida y eficiente de áreas uniformes. La boquilla Fragmentadora MERN puede limpiar cuidadosamente áreas de molde sensibles y de difícil acceso, como grabados finos.

 

“El hielo seco ya no causa ningún desgaste, o daño en los moldes y grabados, por lo que su uso es prácticamente ilimitado”, dijo Zalewski. “Si tenemos en cuenta los ahorros que resultan de esto, la inversión en el sistema de limpieza con hielo seco se amortizará en menos de un año”.

 

Para un manejo confiable y fácil, el dispositivo tiene un suministro ajustable de hielo seco y aire comprimido a través del sistema patentado Cold Jet Sure-Flow. El sistema consta de una tolva aislada y oscilante, desde la cual el hielo seco se conduce radialmente hacia la corriente de aire comprimido (proceso de chorro). Esto evita la obstrucción y la congelación.

 

“Con elAero 80FP, encontramos una solución que hace que la limpieza sea más eficiente y amigable para los empleados y nos ayuda a optimizar la calidad, la seguridad y la economía del producto”, señala Zalewski.